Gatos
ESTERILIZACIÓN
Al acercarse la madurez sexual, hacia los 6
meses de edad, deberás esterilizar a tu gato, tanto a los machos como a las
hembras.
La cirugía consiste, tanto en machos como
hembras, en extirpar las gónadas (testículos u ovarios). Con esto no sólo
evitamos que el animal se reproduzca, sino que mejorará mucho su calidad de
vida.
Las hembras tienen a partir de los 6-7 meses
de edad el celo regularmente, incluso cada
15 días. Nos daremos cuenta fácilmente por las
serenatas nocturnas, falta de apetito, y
car alguna enfermedad. Los collares
antiparasitarios no son adecuados para los gatos, ya que no son efectivos o son tóxicos para
ellos. Existen unas pipetas, que contienen unas gotas de un repelente que se
pone sobre la piel de la nuca del animal. De esta forma no podrá lamer el
producto (ej: frontline spot-on ó stronghold gatos).
Parásitos internos: los más frecuentes son las
lombrices intestinales. Pueden ser planas o
redondas. Se adquieren a través de la ingestión de carne cruda. Si
nuestro gato vive en un piso, no caza y lo alimentamos con comida envasada, es
muy difícil que adquiera estos parásitos. Como rutina debemos desparasitar
internamente a nuestro gato cada 3 meses con productos adecuados para ellos
(ej: drontal gatos).
Panleucopenia felina: se trata de una
enfermedad vírica que sobre todo afecta a cachorros.
Sus síntomas principales son vómitos y
diarreas agudas, que suelen ocasionar la muerte del animal. No supone ningún
riesgo de contagio para las personas. Existe una vacuna preventiva bastante
eficaz.
Complejo Rinotraqueitis felina: se produce por
dos vírus (herpesvirus y calicivirus) que ocasionan síntomas típicos de un
resfriado muy grave, legañas, mocos y fiebre. De nuevo afecta más a los
cachorros, en los que puede ser mortal, pero muchos animales con un tratamiento
adecuado pueden sobrevivir. No supone ningún riesgo de contagio para las
personas. También existe una vacuna bastante efectiva.
Leucemia felina: esta grave enfermedad también
producida por un virus no tiene tratamiento curativo. Produce inmunodepresión
en el animal y suele provocar la muerte en menos de dos años. Los síntomas
pueden ser muy variados.
Es importante realizar un análisis de sangre a
nuestro gato antes de introducirlo en casa, sobre todo si ya tenemos más gatos.
No supone ningún riesgo de contagio para las personas.
Existe una vacuna preventiva.
Inmunodeficiencia felina: parecida a la
leucemia y causada por un virus similar, esta enfermedad tampoco tiene
tratamiento efectivo. Los síntomas son producidos sobre todo por la
inmunodepresión que le ocasiona al animal. Comúnmente se denomina sida felino.
Se debe realizar un análisis al gato antes de
introducirlo en casa. No supone ningún riesgo de contagio para las personas.
Por el momento no existe ninguna vacuna preventiva en España.
PRECAUCIONES A TENER EN CUENTA
Es fundamental diferenciar la vida de un gato
de piso de uno que tenga acceso al exterior.
Gatos de interior
Ventanas y balcones: los gatos se caen muchas
veces por las ventanas. Son el MAYOR
RIESGO para nuestro gato. Tanto es así, que se
le ha dado un nombre a esta enfermedad, “el síndrome del paracaidista”. Debemos
de evitar que nuestro gato tenga acceso a una ventana abierta sin protección.
La mejor solución para poder abrir las ventanas sin problemas, es colocar una
mosquitera o una red bien adherida a los marcos de la ventana.
Las ventanas oscilantes también son
peligrosas, porque los gatos intentan saltar por arriba y muchos se fracturan
la columna vertebral.
Cables eléctricos: sólo suelen ser peligrosos
para gatitos pequeños que juegan con todo
y los mordisquean. Evitemos que los tengan al
alcance.
Gomas elásticas, hilos y agujas de coser: les
encanta jugar con ellos y llegan a comérselos, produciendo una obstrucción
intestinal. Hay que mantenerlos siempre fuera de su alcance.
Lavadora, secadora: les encanta esconderse
dentro y podemos no darnos cuenta al ponerla en marcha. Es fácil mantenerlas
cerradas para evitar que se metan.
Productos tóxicos: muchos productos son
peligrosos para los gatos. Cuidado con los insecticidas, antipolillas,
aspirinas, chocolate, etc.
Armarios y cajones: se meten a esconderse y
podemos dejarles encerrados. Normalmente nos daremos cuenta en seguida y el
desenlace no suele ser fatal.
Con cuidado evitaremos que se queden encerrados.
Bolsas de plástico: también les gusta
esconderse dentro y pueden llegar a ahogarse.
Las bolsas de papel son igual de divertidas y
no suponen un riesgo.
Inodoro: sobre todo los gatos pequeñitos
pueden saltar dentro y ahogarse al no poder salir. Es sencillo evitarlo, sólo
hay que dejar la tapa bajada.
Vitrocerámica y placas de cocina: si tienen la
costumbre de saltar encima, se pueden quemar cuando estén encendidas.
Fuente: Asociación Nacional Amigos de los
Animales