Perros mestizos para niños
Un perro no tiene que ser necesariamente de una raza determinada para
llevarse bien con un niño. Un carácter adecuado para la convivencia con niños
puede encontrarse en un perro mestizo o de cualquier raza.
Lo importante
es que el perro esté bien educado, socializado y tenga determinado carácter
De hecho
una estupenda opción a la hora de adquirir un perro es su adopción en un
albergue. En estos centros no es habitual encontrar perros de raza, pero hay
animales mestizos que pueden convivir sin problemas con los niños. Lo
importante es que el perro esté bien educado, socializado y tenga determinado
carácter.
Cada raza canina cuenta con unas características no sólo físicas,
sino también de carácter. Se trata de unas cualidades que, aunque son estándar
de la raza, pueden variar de unos perros a otros, ya que cada animal es único y
tiene su propia personalidad. Esta circunstancia puede aprovecharse para
obtener una guía sobre el perro que mejor se puede adaptar al niño.
Cómo son los perros "niñeros"
Poco
dominantes: no tienen tendencia a los celos ni presentan problemas si se
sienten desplazados dentro del grupo. Por ejemplo, no les molesta que el niño
coja sus juguetes o se siente en su cama, aunque a los más pequeños también hay
que enseñarles a respetar el espacio del animal. Se consideran razas poco
dominantes las siguientes: Golden Retriever, Pastor de Shetland, Collie,
Spaniel Britany o el Sabueso.
Pacientes
y cariñosos. Hay perros que son menos tolerantes con la actividad incesante
de los niños. Los más pequeños gritan, saltan, corren y no siempre respetan el
espacio ajeno, por lo que la paciencia es importante para no perder la calma.
Cada perro es distinto y los hay a los que les gustan los abrazos y las
muestras de cariño, mientras que otros toleran peor las continuas muestras
efusivas de amor. Sobre todo si el niño les interrumpe su descanso o la hora de
comer.
Poco
territoriales. Hay perros que son más territoriales que otros, es decir son
poco tolerantes frente a la invasión de su espacio. Pongamos un ejemplo, el
niño se acerca a un lugar que el perro considera su territorio, como su lugar
de descanso, si el perro es muy territorial y no está bien educado, el perro
mostrará su rechazo a que el niño se acerque.
Juguetones. El
perro al que le gusta jugar formará un buen equipo con el niño. Dos juguetones
que pasarán mucho tiempo juntos y se divertirán. Los cachorros de cualquier
raza son juguetones, pero también hay que tener en cuenta que implican más
cuidados que un perro ya adulto. A los cachorros hay que educarles, enseñarles
a pasear con correa o a hacer sus necesidades de manera correcta.
Fuente: www.consumer.es
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