Gato siamés: un ‘Paul Newman’ felino
El siamés es el arquetipo del gato guapo, cariñoso, juguetón,
inteligente y, por si fuera poco, fácil de mantener. Una estrella de profundos
ojos azules que solo exige atención emocional.
Quién no se derrite ante esa mirada con luz propia y esas formas
elegantes. El siamés es una de las razas que mencionan sin dudar quienes no
entienden para nada de variedades felinas, hasta ese punto llega su prestigio.
James Dean, Elizabeth Taylor, Clark Gable, Lawrence Olivier, Vivian Leigh, Jane
Fonda o John Lennon fueron rendidos admiradores de los siameses.
Aparte de guapo,
el siamés es una de las razas felinas con un instinto gregario más
desarrollado. Establece unos lazos entrañables con su amo y el resto de la
familia. Por ello también es muy sensible a la soledad
Los productores de la serieEmbrujadas lo
eligieron como misteriosa mascota de las tres hermanas protagonistas, y son
célebres los dos estirados ejemplares de La dama y el vagabundo, tanto
como Jason, el gato del mítico programa Blue
Peter, de la BBC, que durante los años setenta disparó su cualidad de
estrella mediática y doméstica en Gran Bretaña, el país que más ama los
mininos.
Le sobran razones estéticas para semejante popularidad: cuerpo
estilizado con miembros largos y finos, que confieren elegancia a cada
movimiento pausado o enérgico; la cara afilada en cuña, los ojos almendrados y
vivaces; una musculatura moderada pero atlética; la contrastada distribución
del color con capas oscuras en los extremos de su anatomía: máscara, orejas,
cola y finales de las patas, allí donde se concentra menor calor corporal. La
cámara lo adora, ¿cómo no?
Carismáticos y gregarios
Pero este actor protagonista destaca sobre todo por el carisma de su carácter.
El siamés es una de las razas asiáticas más sociables y con un instinto
gregario más desarrollado. Establece unos lazos entrañables con su amo y el
resto de la familia, incluidos los niños, y de hecho suelen calificarlo como
gato-perro por su costumbre de seguir los movimientos de su humano predilecto
por la casa, inspeccionar todo lo que hace, buscar el roce continuo o
acurrucarse en el regazo a la menor oportunidad.
A diferencia de la gran mayoría de las razas gatunas, su fina
inteligencia admite el adiestramiento en gestos sencillos como atender a la
llamada o incluso llevar una correa para pasear por la calle si se le enseña
desde pequeño.
Sin embargo, no se trata de un gato con tendencia a la sumisión o a la
pasividad de peluche, todo lo contrario. Es inquieto, enérgico, cien por ciento
curioso, siempre atento a cualquier novedad en su entorno, y bastante payaso
por su tendencia a inventar juegos propios e integrar a los demás en ellos,
desde robar calcetines a lanzarse por sorpresa sobre sus dueños. Ahí radica lo
más atractivo de su personalidad: por un lado es particularmente afectuoso y
empático, y por otro un derroche de energía independiente.
Su sociabilidad también lo hace muy parlanchín y emplea ese
característico maullido ronco para reclamar cualquier atención de sus amos. No
es raro que algunos adquieran la costumbre de hablar de tú a tú con su siamés.
Vulnerable a la soledad
Por todas estas características, este aristócrata gatuno encaja
literalmente en el concepto de animal de compañía y no en el de mascota
decorativa. Es muy vulnerable a la soledad: permanecer solo durante horas lo
angustia y si no recibe un trato emocional adecuado puede deprimirse seriamente
o incluso huir si se le presenta la oportunidad. No es raza para personas que
vivan solas y pasen largas horas fuera de casa; sus dueños deben compartir ese
mismo perfil siamés.
Claro que también existe una solución intermedia: adquirir un segundo
ejemplar para que se hagan compañía mutua hasta el regreso del amo. Los veterinarios
recomiendan un congénere de su misma raza porque a veces se muestran recelosos
con otros tipos de gatos.
Para compensar esa exigencia emocional, el mantenimiento físico del
siamés es muy sencillo: es poco caprichoso con la comida y su sedoso manto de
pelo corto, casi sin pelusa, apenas necesita dos o tres cepillados al mes. El
resto del tiempo, ¡a disfrutar de la película!
Paleta de pelajes
El
Governing Council of the Cat Fancy (GCCF) de Gran Bretaña admite más de 30
variedades de color en los siameses. Algunos de los más frecuentes son:
• Seal Point, el crema original (en la foto grande).
• Lilac Point, gris con una ligera tonalidad rosada (arriba de estas líneas)
• Blue Point, gris con un ligero matiz azulado.
• Chocolate Point, café con leche.
• Sorrel Point, canela.
• Fawn Point, blanco marfil o magnolia.
• Apricot Point, de tono albaricoque.
• Tortie Point, con manchas a modo de caparazón de tortuga.
• Seal Point, el crema original (en la foto grande).
• Lilac Point, gris con una ligera tonalidad rosada (arriba de estas líneas)
• Blue Point, gris con un ligero matiz azulado.
• Chocolate Point, café con leche.
• Sorrel Point, canela.
• Fawn Point, blanco marfil o magnolia.
• Apricot Point, de tono albaricoque.
• Tortie Point, con manchas a modo de caparazón de tortuga.
El ‘Diamante de la Luna’
Llegó a
Gran Bretaña por valija diplomática a mediados del siglo XIX procedente del
antiguo reino de Siam (hoy Tailandia). No está documentado que el siamés fuera
exclusivo de la realeza o de los templos budistas, como se ha repetido a
menudo, pero sí que se trataba de una raza escasa y propia de casas burguesas o
nobles.
El Tamra Maew (Libro de los poemas del gato), un manuscrito ilustrado (en la foto) que podría remontarse incluso al siglo XIV, lo llama Wichian Mat, que significa diamante de la Luna, y destaca su vinculación con la buena suerte. El biotipo de aquel felino permanece casi intacto en la variedad de siamés tradicional o Thai, más compacto y de hechuras más redondeadas que el siamés moderno por todos conocido.
El Tamra Maew (Libro de los poemas del gato), un manuscrito ilustrado (en la foto) que podría remontarse incluso al siglo XIV, lo llama Wichian Mat, que significa diamante de la Luna, y destaca su vinculación con la buena suerte. El biotipo de aquel felino permanece casi intacto en la variedad de siamés tradicional o Thai, más compacto y de hechuras más redondeadas que el siamés moderno por todos conocido.
Fuente: www.verdeesvida.es