Consejo gatos
DÓNDE DEBE DORMIR
Al contrario que a los perros es muy difícil
acostumbrar al gato a dormir en una cuna en el suelo. Ellos buscan sus sitios
preferidos para dormir, además les gusta tener varios. Si queremos evitar que
duerma con nosotros en la cama, tendremos que cerrarle la puerta del
dormitorio, si no seguro que a mitad de la noche se arrimará a nosotros para
dormir a nuestro lado.
Que duerma dentro o fuera del dormitorio es
una elección del dueño. Pero se debe decidir al principio, ya que un gato
aceptará que tiene que dormir solo, si se le obliga a ello desde siempre. Será
más complicado cuando ya está acostumbrado a dormir con su dueño.
En cualquier caso no es cierto que por dormir
en la cama, puedan transmitirnos ninguna
enfermedad. Un gato sano no supone en absoluto
un riesgo para adultos ni niños.
VIAJAR
A lo mejor no tenemos pensado realizar viajes
con nuestro gato, pero en cualquier caso,
es imprescindible la adquisición de un
trasportín, aunque sea para la visita anual al veterinario.
Los más prácticos son los de plástico, ya que
se limpian fácilmente y son bastante resistentes.
No tenemos que llevarnos a nuestro gato con
nosotros cada vez que nos vayamos de vacaciones. A no ser que sea por un tiempo
más o menos largo (más de 10 días), el viaje supone tal estrés para el gato,
que para cuando se ha acostumbrado al sitio nuevo, ya hay que volver a casa.
Dependerá mucho del carácter denuestro animal
y de si le hemos acostumbradoa viajar desde pequeño, ya que algunos se adaptan
más fácilmente que otros a los cambios.
Lo ideal es dejarlo en casa y que todos los
días reciba una visita, que no sólo le cambie la comida y limpie la bandeja,
sino que también juegue un rato con él y sea capaz de llevarlo al veterinario
si sucede algo. Nuestro gato estará algo aburrido, pero tranquilo en su
territorio.
No es recomendable dejar al gato solo en casa
más de 2-3 días, ya que, además de quele puede suceder algo en nuestra
ausencia, estar muchos días solo, le producirá bastante estrés.
Como última y peor opción están las
residencias, ya que suponen no sólo un cambio de
ambiente, sino también la ausencia de las
personas que el gato conoce. Antes de dejar
al gato, debemos cerciorarnos del buen
funcionamiento, higiene, y aislamiento de cada gato en una habitación (no se
deben mezclar con otros animales de los que desconocemos su estado sanitario).
ESTERILIZACIÓN
Al acercarse la madurez sexual, hacia los 6
meses de edad, deberás esterilizar a tu gato, tanto a los machos como a las
hembras.
La cirugía consiste, tanto en machos como
hembras, en extirpar las gónadas (testículos u ovarios). Con esto no sólo
evitamos que el animal se reproduzca, sino que mejorará mucho su calidad de
vida.
Las hembras tienen a partir de los 6-7 meses
de edad el celo regularmente, incluso cada
15 días. Nos daremos cuenta fácilmente por las
serenatas nocturnas, falta de apetito, y cambio de actitud en general. Es
recomendable esterilizar a la gata antes del primer celo.
La cirugía se realiza con anestesia general,
el riesgo es mínimo y la recuperación es
prácticamente total en dos días. Deben
extirparse los dos ovarios. De esta manera conseguimos
evitarle a nuestra gata la aparición de
tumores de mama, infecciones de útero, quistes ováricos, etc.
Los machos no tienen el celo, pero sí responden
a la llamada de las hembras. Se ponen nerviosos, intentan escaparse, se vuelven
irascibles, y marcan con orina su territorio, fuera de la bandeja, por si acaso
alguna gata pasase por allí. Si tienen acceso al aire libre, la mayoría muere
antes de los dos años, atropellados o por alguna otra causa, ya que pueden
recorrer varios kilómetros buscando una hembra. A partir de los seis meses, se
deben operar y evitaremos todos estos problemas. La cirugía también se realiza
con
anestesia general, consiste en extirpar ambos
testículos y la recuperación es inmediata.
Al día siguiente el animal se encontrará
perfectamente.
Es absolutamente falso que un animal castrado
se vuelva apático y gordo. Su capacidad
y ganas de jugar seguirán siendo las mismas.
De nosotros depende que hagan ejercicio
suficiente. A veces tienen mayor apetito,
sobre todo los primeros meses después de la
cirugía. Podemos sustituir en caso necesario,
el pienso por una versión “light”, y de esta
forma, y si el gato sigue haciendo ejercicio,
NO engordará.
Fuente: ANAA Asociación Nacional de Amigos de
loa Animales